Remezón en el Ejecutivo
Idas y venidas:
Desde hace varias semanas se comenta, y cada vez con más fuerza, posibles cambios en el gabinete ministerial. ¿Qué se estaría evaluando para esta sonada renovación? Por un lado, los cambios se podrían ejecutar con una jugada de enroque: intercambiar a algunos de los actuales ministros a otras carteras, como ya se ha hecho antes. Esta movida tendría mayor acogida desde el despacho presidencial. Por otro lado, una renovación podría significar la oportunidad de traer nombres nuevos al gabinete. Esta apuesta tendría mayor aceptación desde el entorno del premier. Además, una tercera opción que se evalúa en el Ejecutivo es la carta del Congreso. Es decir, tener como alternativa la posibilidad de incluir a algún congresista en el gabinete ministerial. Más aún con bancadas que tienen buenas relaciones con el sector Defensa y tras los cambios en las Fuerzas Armadas.
En medio del análisis del libro de jugadas y los rumores de cambios ministeriales, comenzó a circular este jueves la versión de que el ministro de Economía y Finanzas, Álex Contreras había presentado su renuncia al cargo. Según dio a conocer primero La República, Contreras habría señalado en su carta de renuncia falta de “transparencia” desde la presidencia. Ello, luego de que se revelara la reunión entre la presidenta Boluarte con los exministros de Economía Luis Carranza y José Arista. Sin embargo, todas estas “filtraciones” responderían a jugadas de los actores involucrados. Se conocerían las reuniones para concretar la salida de algunos titulares, como el del MEF; mientras que, como contrataque, se difunde la noticia de la renuncia como una posible carta de jugada de quien no querría dejar la cartera.
Contreras debió, luego, comparecer ante la presidenta Boluarte, negar ante la prensa haber renunciado al cargo y asegurar que sostuvo una reunión de trabajo. Incluso aseveró sentirse “cómodo” trabajando en el gabinete ministerial y que la presidenta tiene derecho a reunirse con quien crea conveniente, ratificando que su cargo es uno de confianza, y que su visión está puesta en avanzar con los planes del gobierno en favor de la recuperación económica.
¿Qué ha generado las pugnas de esta semana? De manera general, ha significado un gran remezón en el Ejecutivo. El cambio que se buscaba en la cartera de Economía, en donde hubo un ofrecimiento para un posible nombramiento, ha quedado en pausa. Lo que no significa que Contreras esté a salvo, solo que habría ganado tiempo a su, ahora, inminente salida. Sin embargo, los cambios puntuales pensados en el gabinete, inicialmente, ahora involucrarían a más sectores. Incluso el jefe del Gabinete, Alberto Otárola, ha entrado a una evaluación mucho más profunda, pues las idas y venidas solo generan una sensación de inestabilidad en el Ejecutivo. Lo que tampoco contribuye a calmar el panorama, generar un ambiente de confianza, atraer inversiones y ejecutar planes para el desarrollo del país.
El Congreso, sin mayor actividad en este receso parlamentario, habría aprovechado para levantar la cabeza y aplaudir lo que se creía era la salida confirmada de Contreras. Fuerza Popular y otras bancadas aliadas al Ejecutivo vieron esta noticia con buenos ojos. Previo a la clausura de la primera legislatura ordinaria del período anual de sesiones 2023 – 2024, se recolectaron firmas para presentar la moción de interpelación contra el ministro de Economía.
Peso colectivo:
Por otro lado, la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales (ANGR) sesionará el próximo 10 de enero para elegir al nuevo presidente y miembros del Consejo Directivo para el siguiente período. ¿Cuál es el sentimiento que prima a la interna de la ANGR? La sensación es que, con la actual gestión de Rohel Sánchez, gobernador de Arequipa, la ANGR habría perdido peso. Como bloque, la ANGR ha dejado de ser un actor relevante y hay un interés de los gobernadores de recuperar este posicionamiento como grupo. Hay un interés de que, para el siguiente período, lidere la ANGR alguien con peso político propio y que, en caso sea necesario, pueda hacerle frente a la presidenta de la república. El Ejecutivo habría optado por la táctica de “divide y vencerás”, pues se habría encargado de relacionarse de manera individual con los gobernadores regionales, en lugar de manera colectiva. Esto último no ha supuesto un problema con el Ejecutivo, pero sí para los gobernadores, pues no habrían podido articular como bloque en negociaciones.