El arte de la guerra política.
Divide ¿y vencerás?:
El Ejecutivo continúa reuniéndose con gobernadores regionales, alcaldes provinciales y distritales, como parte de la estrategia de mostrar una adecuada gestión del país, de cara a que, por lo menos, este año no se concretaría un recorte de mandato. Y es que, para el peruano, la vida sigue a pesar de las circunstancias políticas y sociales. Y, para un gobierno con fecha de expiración incierta, pues podrían quedarse hasta el 2024 como terminar el mandato en 2026, lo concreto es que la gestión sobre el país debe continuar. La celebración de carnavales y ciertas festividades de gran arraigo popular, por parte de la ciudadanía en distintas provincias, demostraría que ya no hay mayor disposición a sacrificar la vida cotidiana para ser parte de manifestaciones y sumarse a los grupos indignados o ideologizados; a diferencia de los radicales, que son un grupo que siempre estará dispuesto a promover la narrativa anti-sistema y buscar generar caos.
La ronda de diálogo y reuniones está configurando cambios en el mapa de apoyo político al gobierno. Se puede desprender que uno de sus aliados más visibles es el gobernador de La Libertad, César Acuña. Con el líder de Alianza para el Progreso han sostenido varios encuentros, en calidad de autoridad regional, como presidente del partido, y una última con 80 alcaldes provinciales y distritales de La Libertad. El gobernador también habría comprendido que la vida sigue, tras perder la presidencia de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales (ANGR). Acuña entiende que puede capitalizar una mejor gestión para su región, con los réditos políticos posteriores que ello implica.
Ciertamente, el líder de APP pretende mejorar su posicionamiento, tanto en un escenario de adelanto de elecciones como en el actual, tras haber perdido posicionamiento nacional frente a Somos Perú, la organización política con el mayor número de gobiernos regionales, alcaldías provinciales y distritales actualmente. Sin embargo, la ventaja de APP frente a Somos Perú es que, de cara a procesos electorales, este último debe recurrir a personas que no necesariamente cuentan con trayectoria partidaria, por lo que le cuesta mantener una postura firme entre todos sus representantes. En ese sentido, si bien el partido de Somos Perú tiene una apertura de diálogo con el actual gobierno, esto mismo no sucede con algunos de sus integrantes, como el gobernador de Cusco, Werner Salcedo, abiertamente de oposición, o el alcalde de Puente Piedra, Rennán Espinoza, de quien se dice que habría participado en la organización de las marchas en contra del gobierno en la zona norte de la capital.
Aliados y rivales:
El Consejo Directivo de la ANGR también tiene una posición dividida frente al Ejecutivo. El actual presidente, gobernador de Arequipa Rohel Sánchez, ha preferido mantener una posición neutral; mientras los gobernadores de Cusco y Moquegua, vicepresidente y directora de la ANGR, continúan pidiendo la renuncia de Boluarte. Del resto del Consejo Directivo, el Ejecutivo contaría con el respaldo del gobernador de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, mientras que con el de Huancavelica, Leoncio Huayllani, establecerían una agenda de trabajo conjunta.
El principal problema con la ANGR es que, los traspiés comunicacionales de Boluarte, generalizando a todos los gobernadores de azuzar las protestas en el país, hace que sus comunicados le enmienden la plana al Ejecutivo, pidiendo que se rectifique por sus declaraciones, lo que genera una sensación de enfrentamiento y debilita a la presidenta públicamente.
Otro gobernador regional que estaría tratando de posicionarse mejor, y ha entendido que su rol político difiere de su rol ejecutivo, es el de Lambayeque, el excongresista Jorge Flores. Los gobernadores estarían procediendo en su relación con el Ejecutivo en base a la percepción de su población. En las zonas del norte, donde no hay tanto rechazo al gobierno, como en el sur, los líderes estarían dispuestos a afianzar su relación con el Ejecutivo. En el sur, tanto la población como sus autoridades prefieren rechazar cualquier tipo de acercamiento con Boluarte. En el centro la posición es dividida, pues si bien las autoridades tendrían intención de trabajar de la mano con el Ejecutivo, en la población hay posturas contrarias, por lo que la aproximación es tibia por parte de los gobernadores y alcaldes.
Por último, esta semana el Departamento de Estado de Estados Unidos concedió la extradición del expresidente Alejandro Toledo, por el Caso Odebrecht. Su detención y llegada al país no sería inmediata, pues se debe resolver primero un hábeas corpus que busca detener la extradición. Toledo se convertiría en otra figura presidencial implicada en un caso de corrupción o procesado por la justicia peruana. Sin embargo, esta creciente lista de políticos con investigaciones o condenas no parecería ser lo suficientemente disuasiva para que otras autoridades eviten cometer actos de corrupción, tanto a nivel nacional como regional. A pesar de la avalancha de detenciones, totalmente justificadas, que hemos visto en los últimos años, las organizaciones criminales, varias de ellas enquistadas en regiones, continúan ampliando su espectro y zonas de dominio.