Daño colateral de los viajes

Daño colateral:

El viaje de la presidenta Dina Boluarte a Estados Unidos para participar en la Cumbre de los líderes de la APEP, no tuvo el resultado esperado por el Ejecutivo, lo que llevó a que Ana Cecilia Gervasi presentara su renuncia como titular de Cancillería. La fotografía de la mandataria sosteniendo un encuentro informal con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no caló bien en el Congreso. En primer lugar, porque ya se venía criticando que el equipo de comunicación de Palacio había difundido, en ocasiones pasadas, este tipo de citas casuales como reuniones formales o encuentros bilaterales. En segundo lugar, se consideró que el encuentro con Biden no estaba confirmado, tal como se había indicado en el pedido que se presentó ante el Congreso. Por lo tanto, y frente a que en el Parlamento se buscaría la destitución de Gervasi, en el Ejecutivo se optó por solicitar su renuncia y nombrar prontamente a su reemplazo.  

De esta manera, Javier González-Olaechea Franco, internacionalista y politólogo de derecha conservadora, asumió la titularidad de Cancillería. El gobierno habría optado por un perfil más político que institucional, como la misma trayectoria de González-Olaechea Franco lo demuestra. El perfil del nuevo canciller está alineado, además, a lo que se podría denominar una “alianza anti-caviar” en el Congreso. De momento, el nuevo canciller no ha sido objeto de cuestionamientos por parte de este último bloque, y tras su presentación en el Parlamento, el Pleno aprobó, con 62 votos a favor, 47 en contra y 5 en abstención, una nueva autorización de la presidenta Boluarte para salir del territorio nacional del 14 al 18 de noviembre, con el objeto de participar en la APEC. Los votos a favor vinieron, en su mayoría, de las bancadas de Fuerza Popular, APP, Bloque Magisterial, Renovación Popular, Avanza País y Somos Perú.

El nuevo ministro ingresa a la Cancillería cuando el Perú se prepara para asumir, desde la próxima semana, la presidencia del Foro APEC hasta 2024; en medio, también, de una recesión económica en la que el gobierno intenta atraer inversión extranjera, y tras intentos fallidos de posicionar el gobierno de Boluarte en el ámbito internacional.

Reuniones como cancha:

El ámbito internacional no es la única complicación para la mandataria, luego que Cuarto Poder difundiera el pasado domingo las reuniones que habría sostenido su hermano, Nicanor Boluarte, con el alcalde de Nanchoc, cuyo distrito habría recibido un millonario presupuesto, entre otros personajes. El Ministerio Público abrió, a ambos, una investigación por los presuntos delitos de colusión agravada y tráfico de influencias, en agravio del Estado.

Ello, incluso, luego de que la mandataria indicara que su hermano “puede recibir a quien se le pegue la gana”, cuando fue consultada por la prensa en una actividad oficial. Lo cierto es que esta respuesta, desfavorable para la mandataria, otorga luces del abanico de personas que la asesoran, incluido su propio hermano Nicanor. 

Lo concreto es que no hay mayor deslinde del Ejecutivo por las reuniones del hermano de la presidenta, frente a un panorama incierto de lo que podría seguir revelando Cuarto Poder. El dominical ha realizado un paciente seguimiento por varios meses, por lo que las revelaciones de las reuniones de Nicanor Boluarte podrían continuar, complicando a la mandataria, o quedar en un solo reportaje con un impacto controlado en el ámbito político. La única acción concreta, hasta el momento, ha sido la renuncia del prefecto de Cajamarca, uno de los ilustres visitantes, quien ha sido sacrificado -por presión o voluntad propia-, lo que demuestra que la soga se rompe por el lado más débil.

Congreso vs. JNJ, round 3:

Esta semana, el Congreso de la República buscaba debatir en el Pleno el informe que recomendaba destituir a los integrantes de la Junta Nacional de Justicia. Inicialmente, en Junta de Portavoces, se acordó continuar con el proceso, desacatando la medida cautelar dictada por la Tercera Sala Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima. Sin embargo, y tras sopesar las posibles consecuencias políticas y legales de sus actos, solo se procedió a leer los oficios presentados por los integrantes de la JNJ. El presidente del Congreso, Alejandro Soto, informó que la procuraduría del Congreso apelaría la decisión de la sala.

Previo al desarrollo de este escenario en el Congreso, algunas bancadas, como Perú Libre y Renovación Popular, ya habían adelantado que, en bloque, votarían a favor de la destitución de los miembros de la JNJ. El Bloque Magisterial y Acción Popular también se mostraron a favor de la remoción de todos los integrantes. Fuerza Popular y Avanza País se mostraban más alineados a una votación individual de los magistrados, coincidiendo en una votación a favor de la remoción de Inés Tello y Aldo Vásquez; mientras que la postura de APP era mucho más cauta. Cambio Democrático había anunciado una votación en contra y el respaldo al informe en minoría, si este llegaba a ser sustentado y debatido por el Pleno. Es decir, si bien la balanza estaba mucho más inclinada a las votaciones a favor del informe de la Comisión de Justicia, era incierto si llegarían a los 87 votos que se necesitaban en el Pleno para la destitución de todos los miembros de la junta.  

Por su parte, la congresista Patricia Chirinos (Avanza País) envió un oficio a la fiscal de la Nación, denunciando a los jueces que otorgaron la medida cautelar en favor de los integrantes de la junta. El pedido fue atendido de manera rauda pues, horas después, el Ministerio Público inició una investigación preliminar contra los tres integrantes de la Tercera Sala Constitucional.

La resolución del Poder Judicial no termina esta historia de enfrentamientos entre el Congreso y la JNJ, ya que la audiencia de la demanda planteada por los magistrados contra el proceso parlamentario está programada para el 24 de noviembre. La decisión del Legislativo de recular a último minuto respondería a que esta coalición de defensa del fuero parlamentario -que habría sido llevada al extremo- ha demostrado dar indicios de saber esperar y ceder, en algunos momentos, para conseguir sus objetivos finales.