Cambios ministeriales
Jugada a Jugada:
La presidenta Boluarte concretó esta semana cambios en las carteras de Justicia y Derechos Humanos, Educación, Desarrollo Agrario y Riego, Trabajo y Promoción del Empleo, Producción, y Transportes y Comunicaciones. Ha sido, principalmente, una renovación promovida por el jefe del Gabinete, Alberto Otárola, quien en ocasiones parece estar con un pie fuera del cargo, pero sigue aferrándose al puesto. Sin embargo, es una renovación al gabinete que, no necesariamente, se ha dado en sectores cuyos titulares arrastraban cierto desgaste ante demandas ciudadanas, como actualmente lo es la seguridad ciudadana y el desarrollo económico del país, y que no significa un cambio de fondo en la estructura del Consejo de Ministros.
¿A qué responden, esencialmente, las salidas? Por un lado, algunas de las partidas, como la de Magnet Márquez y Fernando Varela, quienes no mantenían una buena relación con el premier, se habrían justificado en su relación con el Congreso. Los extitulares de Educación y Trabajo no habrían logrado ser prolijos en el relacionamiento con los congresistas, especialmente del Bloque Magisterial, quienes habrían sugerido sus salidas, lo que finalmente sirvió como excusa para cambios que ya se habían pensado en el gobierno desde días atrás. Por otro lado, otras de las salidas, como la de Paola Lazarte y Nelly Paredes, responderían a una falta de capacidad de negociación en sus sectores, como Transportes y Comunicaciones, y Desarrollo Agrario, respectivamente. En ambos casos, eran ministras que ya estaban siendo evaluadas en su desempeño, ya sea con el Congreso, los gobernadores, y los interlocutores de la ciudadanía vinculados a sus sectores. Solo en el caso de Lazarte, desde el Parlamento existe una desazón con su salida, pues se había encontrado fluidez en la atención de sus demandas. La remoción de Márquez, que inicialmente generó críticas, fue bien tomada al conocerse a su remplazo.
¿Quiénes son los nuevos jugadores en el campo? De los seis cambios realizados esta semana, cuatro son nuevos en el gabinete Otárola. Eduardo Arana es el nuevo ministro de Justicia y Derechos Humanos. Arana, quien ha sido asesor en las comisiones de Justicia y Educación con Gladys Echaíz en la presidencia, tiene un perfil de derecha marcada, con tendencia conservadora en lo social. Para el gobierno, esto le supondría una llegada a Renovación Popular, bancada que, hasta el momento, ha sido esquiva a Boluarte y Otárola. Esta acción le podría sumar puntos, pero la presidenta tendría que ser cuidadosa en la agenda que le delegue a Arana, pues su marcada posición de derecha le podría jugar en contra ante algunas organizaciones de corte progresista con poder mediático. Miriam Ponce, la nueva ministra de Educación, fue parte del Equipo Técnico de Educación del partido Fuerza Popular en las últimas Elecciones Generales. Si bien Ponce ya venía desempeñándose como viceministra de Gestión Pedagógica, Fuerza Popular logra un posicionamiento clave en Educación. En ambos casos, con los nuevos ministros de Justicia y Educación, el gobierno estaría apuntando a mejorar la relación con el Congreso y con los partidos políticos. Jennifer Contreras, titular de Desarrollo Agrario y Riego, no es nueva en la cartera pues venía desempeñándose como directora general de la Oficina General de Planeamiento y Presupuesto del Midagri. Contreras, quien ha estado afiliada al Partido Aprista al igual que sus padres y hermano, y con trayectoria en el sector público, ha sabido posicionarse con los gobiernos de turno; sin embargo, es una incógnita la capacidad política que tendrá en este cargo en un contexto como este. Ana María Choquehuanca, la nueva ministra de la Producción, ha estado colocándose en el radar del gobierno desde que Boluarte asumió la presidencia del país. Choquehuanca, cuyo perfil es mucho más político que técnico, deberá demostrar estar a la altura del manejo de la cartera de la Producción con un escenario que va a representar un gran desafío, como lo es el Fenómeno El Niño. ¿Cuál es la principal agenda que deberá atender Choquehuanca? En primer lugar, su principal reto es lograr unificar a las mype, sector disperso y con diversas demandas y objetivos, que mantiene un amplio pliego de reclamos desde hace unas semanas. El nombramiento es un guiño a este grupo y resulta vital para el Ejecutivo poder llegar a este tejido social y sumarlos como aliados, pues tenerlos en contra supondría un duro revés. En segundo lugar, deberá poner especial énfasis en la pesca, pues es un sector que ha sido bastante golpeado este año por factores climatológicos y que tendrá un panorama, aún, más retador frente al FEN 2023-2024. Ambos casos supondrán una prueba de fuego, tanto para la flamante ministra como para el gobierno. Las expectativas de las grandes empresas con quien se venía desempeñando como segunda vicepresidenta de Confiep, también serán altas.
Los cambios en el gabinete han venido con jugadas de enroque. El primero ha sido Daniel Maurate, quien pasó de la cartera de Justicia y Derechos a la de Trabajo y Promoción del Empleo. Maurate continúa representando una cuota política, pero el traspase al MTPE no lo libera de los pasivos y cuestionamientos que arrastra, relacionados al Caso ‘Los Cuellos Blancos’, entre otros. El nuevo titular de Trabajo, con aspiraciones políticas a futuro, no ha buscado, en realidad, imponer su ideología, más de centro izquierda, pues siempre ha seguido la línea marcada por el gobierno de turno, tanto con Humala como con Boluarte. Por el contrario, su desempeño en Justicia estuvo sujeto a defender la posición de la presidenta sin entrar a un choque frontal con el Congreso. ¿Qué quiere decir eso en su nuevo rol como ministro de Trabajo? En primer lugar, buscarían que Maurate retome el relacionamiento con los sindicatos, para tener llegada este tejido social. En segundo lugar, respecto a la Remuneración Mínima Vital, el riesgo es que el ministro se alineará al pedido de la presidenta, quien, en su mensaje de 28 de Julio, señaló que esperaba anunciar, pronto, el incremento del sueldo mínimo. El segundo enroque ha sido Raúl Pérez-Reyes, quien pasó de Producción a Transportes y Comunicaciones, pero no es nuevo en el MTC pues ha sido viceministro de Comunicaciones. Pérez-Reyes asume un ministerio que, de por sí es un reto, pero ahora tiene un grado extra de dificultad. Primero, tiene una parte del sector de transporte de carga pesada con una medida de fuerza convocada para este lunes 11. Segundo, ha pasado de un ministerio con un período relativamente tranquilo, como Produce, a uno que debe encargarse de acciones preventivas frente al Fenómeno El Niño, como el MTC. Este ministerio, además, fue clave para el gobierno pasado en el direccionamiento de licitaciones públicas millonarias, por lo que tiene al Ministerio Público y a Contraloría encima por estos casos y con una atención minuciosa, de ahora en adelante. Pérez-Reyes tiene la capacidad técnica para resolver, rápidamente, los principales problemas en el MTC. Sin embargo, el principal reto es el manejo político, pues en el pasado no ha sabido interrelacionarse adecuadamente con los gobernadores regionales y alcaldes, por lo que ahora deberá ser minucioso en este relacionamiento. Además, en la etapa de debate del Presupuesto, deberá tener un poder de negociación amplio con los congresistas.
¿Qué dice el Congreso?:
En el Congreso, inicialmente, han recibido los cambios en el gabinete de manera positiva, especialmente del bloque de la derecha, aunque con algunas discrepancias en las bancadas de oposición. Sin embargo, hay un pedido para cambios en los titulares del Interior y de Defensa. Sobre este último, el Pleno aprobó interpelar al ministro Jorge Chávez, quien deberá asistir el próximo miércoles 13 de setiembre, para responder el pliego interpelatorio. Por su parte, el ministro del Interior, Vicente Romero, ha logrado retener el cargo con cambios en el alto mando de la Policía Nacional.
Por su parte, el presidente del Congreso, Alejandro Soto, continúa acaparando los titulares de la prensa, luego que se detectara presuntos plagios en la tesis de su maestría y doctorado. La respuesta de Soto es que hubo omisiones “involuntarias e inadvertidas”, pues al momento de realizar las tesis no se utilizaba software para detectar similitud con otros textos. El presidente del Congreso va a continuar en los reflectores de la prensa en el futuro inmediato. Si bien hay algunos congresistas que, tras estas revelaciones, piden su salida, como Patricia Chirinos y Jorge Montoya, quienes consideran le otorga una mala imagen al Congreso, el pedido no tiene mayor rebote en el Parlamento. Hasta el momento, y tras tres semanas de recabar firmas, la moción de censura en contra de Soto solo tiene 17 firmas.
Por último, la agenda inmediata en el Congreso es el debate del presupuesto con el Ejecutivo, así como la delegación de facultades para legislar en materia de seguridad ciudadana y riesgo de desastres, entre otros. Sobre esto último, las posiciones de los congresistas adelantarían la negativa a otorgar el pedido de facultades. Si bien esto podría suponer un revés para el Ejecutivo, podría apalancarse en esta negativa cuando pidan resultados en el manejo de la seguridad ciudadana, crimen organizado y en riesgo de desastres, de cara al próximo FEN 2023-2024.
Una situación que grafica que las críticas parecen ser solo para la tribuna, es la aprobación del permiso para que la mandataria participe de la Asamblea General de la ONU en Nueva York del 17 al 21 de setiembre. Esto se dio luego de que se nombrara como representante permanente del Perú ante este organismo al exministro de Justicia, Víctor García Toma, quien forma parte del Comité Consultivo en materia Constitucional de Boluarte, y además mantiene buenas relaciones con los bloques de derecha del Legislativo, quienes han saludado su nombramiento.