Ánimos crispados en el Congreso

Ánimos caldeados:

El pasado viernes, el Congreso finalizó la primera legislatura ordinaria del período 2023-2024. El presidente del Congreso, Alejandro Soto, anunció que los integrantes de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) serían convocados nuevamente para que se presenten ante el Pleno y puedan ejercer su derecho a la defensa, frente a la moción que busca destituirlos. Posteriormente, levantó la última sesión plenaria a las 5:15 p.m., quedando en el tintero una amplia agenda de proyectos de ley, lo que generó molestia en distintos sectores. Es usual que, en los cierres de legislatura parlamentaria los congresistas busquen debatir y aprobar la mayor cantidad de iniciativas legislativas. Al tratarse de los últimos Plenos, los debates suelen ser más céleres y la negociación política se intensifica, lo que por lo general lleva a que las sesiones se extiendan hasta la noche. Se puede considerar que con la decisión de Soto se quemó el pan en la puerta del horno para muchos parlamentarios. En respuesta, el congresista Jorge Montoya buscó presentar una moción de censura contra Soto, de la que no se tienen noticias hasta el momento.

La actuación del presidente del Congreso ha ocasionado ciertas molestias en el resto de los integrantes del Bloque País (que además de APP, agrupa a Fuerza Popular, Perú Libre, Avanza País y Somos Perú) y las bancadas aliadas a este, como Renovación Popular, pero también en los grupos de izquierda, que tenían intención de poner al debate proyectos de corte populista, como un nuevo retiro de fondos de las AFP, iniciativas declarativas o laborales. La sensación, para algunos de estos grupos parlamentarios, es que Alianza para el Progreso sería, de manera cada vez más evidente, la bancada oficialista del gobierno. El vocero de APP, Eduardo Salhuana, ha tratado de calmar los ánimos en el Parlamento, aunque sin mucho éxito. Por su parte, Jorge Montoya ha pedido al presidente del Congreso la convocatoria urgente a un Pleno Extraordinario para debatir la moción de los integrantes de la JNJ. Fuerza Popular se ha sumado a este pedido a través de un comunicado. A Montoya se le ha respondido, oficialmente, que, según el Reglamento del Congreso, para convocar a una sesión extraordinaria debe tener las firmas de las tres quintas partes del número legal de congresistas (78 en este caso).  

¿Qué quieren decir estos ánimos crispados en el Parlamento? ¿Estaría en riesgo la alianza que sostiene a la actual Mesa Directiva? No necesariamente. Si bien esto no evidenciaría el fin de la alianza del Bloque País, sí podría generar que, en el Congreso, haya menos espacios de consensos. Por lo menos hasta que se ceda en temas de interés para las bancadas que no están viendo con buenos ojos la actuación de APP en la Mesa Directiva. En todo caso, esto podría quedar reducido a un enfrentamiento de Montoya versus Soto y los ánimos crispados tendrían tiempo para enfriarse por las fiestas de fin de año, hasta el inicio de la siguiente legislatura.

Trama Fiscal, ¿momento culminante?:

La congresista Patricia Chirinos, de Avanza País, viajó a España el fin de semana. Si bien este viaje podría no ser novedad en cualquier otra ocasión, Chirinos anunció previo a su viaje, a través de un video que, según fuentes de la Fiscalía y de la Policía de Inteligencia, el Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción del Poder (EFICCOP) allanaría inmuebles vinculados a ella, e incluso alertó que podría ser detenida. Chirinos descartó que este viaje se trate de una “fuga” del país, mientras aseguraba que estaba planeado con anticipación, aunque su solicitud de licencia fue ingresada a la Mesa Directiva cuando ya se encontraba en el país europeo.     

Posterior al anuncio de Chirinos, que no se concretó, el EFICCOP realizó un operativo de allanamiento en propiedades vinculadas a Patricia Benavides, que incluyó la residencia del exministro aprista Hernán Garrido Lecca y el abogado José Luis Huayón. Según la investigación fiscal, ambos se habrían desempeñado como asesores en la sombra de la exfiscal de la Nación.

La crisis en la Fiscalía viene haciendo ruido en el Congreso de la República, especialmente porque, en el marco de las investigaciones, las especulaciones se van filtrando lentamente. ¿Qué se viene comentando, actualmente? Pues que serían varios los congresistas que habrían realizado algún tipo de negociación de favores, tanto con la exfiscal como con su entonces asesor. Ante estos rumores, el congresista Darwin Espinoza, opositor a Benavides, y sindicado como parte de “Los Niños”, ha declarado que también se debería investigar a la presidenta Boluarte, pues ella alertó a distintos parlamentarios que sus viviendas y oficinas serían allanadas, antes de que estos hechos ocurran, mientras era ministra de Desarrollo e Inclusión Social. La trama crece cada semana e incluye nuevos actores que complican más la situación.

Sin certeza de lo que vendrá, se abren interrogantes en el Congreso, pues de salir a la luz información que perjudique, incuestionablemente, a congresistas, ¿logrará resistir el acuerdo tácito de supervivencia? ¿Se arriesgaría el Congreso en poner en riesgo su continuidad por los que estarían involucrados en la trama fiscal? Además, otra duda es cómo terminaría de repercutir en el panorama de 2024 la crisis en la Fiscalía, pues este siguiente año deberá iniciar el concurso público para la elección y designación de los nuevos miembros de la JNJ que asumirían el cargo en enero de 2025.  

¿Se concretará una renovación?

A una semana de cerrar el 2023, aún se vocean posibles cambios en el gabinete. El jefe del Gabinete, Alberto Otárola, pareciera estar posicionado y cimentado en su cargo, pero necesitaría concretar cambios en algunas carteras. De lo contrario, su permanencia podría debilitarse. El Ejecutivo consideraría que una renovación en el Gabinete le daría un respiro y podría ser aprovechada para fortalecer su buena relación con el Legislativo. De los cambios que se comentan, podrían concretarse enroques de actuales ministros en otras carteras; mientras que no se descartaría la inclusión de congresistas en el Gabinete, con lo que se mantendría la buena relación del Ejecutivo con bancadas que le dan soporte en el Congreso.