¿Se vienen más cambios?
Entretelones del nuevo nombramiento:
A inicios de esta semana, la presidenta Dina Boluarte tomó juramento al nuevo ministro del Interior, Víctor Torres Falcón, exguardia civil de la PNP, cinco días después de la censura a Vicente Romero. Por un lado, la demora en la juramentación al nuevo ministro podría responder a la falta de cuadros que hay en el gobierno para asumir sectores sensibles y la poca capacidad de reacción que tendrían. Más aún cuando ya se conocía del consenso en las diferentes bancadas en el Congreso que pedían un cambio en el titular del Interior y que, desde el Ejecutivo, no se concretaba.
Por otro lado, el nombramiento de Torres Falcón se realizó luego de varias idas y venidas en el gobierno. Previo a la ceremonia de juramentación, se comentaba que el designado era Miguel Lostaunau, director general de la Dirección General de Seguridad Ciudadana del MININTER, luego de dejar de lado al general PNP (r) Víctor Rucoba una noche antes. Esta posición cambiante al interior del Ejecutivo respondería, principalmente, a una pugna de poder entre dos sectores cercanos a Boluarte: el entorno de su hermano, Nicanor, y del premier Otárola. Finalmente, habría prevalecido la recomendación de excompañeros del jefe de gabinete en el gobierno de Ollanta Humala.
Estas idas y venidas, así como las pugnas de poder, son moneda corriente para el gobierno de Boluarte, intensificándose en esta guerra mediática que involucra a Nicanor Boluarte y al jefe del Gabinete, Alberto Otárola. Las denuncias periodísticas les han supuesto, a ambos, contingencias frente a la justicia. Nicanor Boluarte enfrenta una investigación en la Fiscalía por los presuntos delitos de colusión agravada y tráfico de influencias; mientras la fiscalía también inició una investigación preliminar contra Otárola por el presunto delito de colusión, modalidades simple y agravada, en agravio del Estado.
Por último, el nuevo ministro del Interior no solo tendrá el principal reto del manejo de la seguridad ciudadana en el país, sino también de procesos claves en la Policía, como las invitaciones al retiro y los cambios de colocación de los generales para el 2024.
¿Renovación amplia?:
Con el nombramiento de Torres Falcón, la pugna de poder al interior del gobierno la habría ganado, en esta oportunidad, el jefe del Gabinete. Esta victoria le puede dar a Otárola cierto respiro frente a un desgaste lógico de un año de gestión. Además, el cambio en el titular del Interior podría no ser el único que realice el Ejecutivo antes de terminar el año. El ministro de Energía y Minas, Óscar Vera, será interpelado por el Congreso el miércoles 29 de noviembre. Si bien la moción de interpelación al titular de Energía y Minas ha sido presentada por bancadas de izquierda, el sector de la derecha en el Congreso también pide su cambio.
Esta acción del Parlamento forzaría al Ejecutivo a realizar una renovación en esta cartera, pues el gobierno no necesariamente se arriesgaría a contar con otro ministro censurado en un lapso de dos semanas. Sin embargo, esto podría dar pase a una renovación más amplia para que Otárola pueda concretar cambios en sectores sensibles en los que desde el Congreso han exigido un nuevo rumbo.
Agenda de reformas políticas:
En el Congreso, la Comisión de Constitución aprobó el dictamen que propone modificar la Ley de Organizaciones Políticas para ratificar el voto preferencial para congresistas y prescindir de la obligatoriedad de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Si bien las elecciones primarias están vigentes desde 2019, la aplicación de estas se ha postergado en varias oportunidades.
El texto sustitutorio, que propone tres modalidades de elección interna (abierta para todos, abierta solo a militantes y por delegados), se aprobó por mayoría, con 17 votos a favor, 3 en contra y 3 abstenciones. Los votos a favor vinieron de Fuerza Popular, Alianza para el Progreso y Renovación Popular; mientras que los congresistas de Acción Popular y Podemos Perú votaron en contra y los representantes del Bloque Magisterial se abstuvieron.
El sentido de la votación reflejaría la posición de los partidos políticos detrás de estas bancadas, cuya intención sería regresar al status anterior a estas reformas, y adaptar las modificaciones hacia sus intereses, lo que entramparía cualquier intento de posible mejora o cambio en el sistema político y electoral que ha llevado al país al contexto actual en el que se encuentra, propenso a inestabilidad y crisis políticas.
Esta agenda de trabajo en la Comisión de Constitución, enfocada en reformas políticas, podría revelar que, las bancadas del Congreso, prefieren mantener las normas del juego a la que los partidos políticos han estado acostumbrados, ahora con miras al 2026.